Vivimos tiempos difíciles que afectan nuestra energía y emociones, pero también momentos en los que podemos aprender a cuidarnos con más compasión.
En nuestra comunidad latina y puertorriqueña, muchos estamos cargando emociones intensas: preocupación, tristeza, impotencia… y a veces también enojo entre nosotros mismos por situaciones que no están en nuestras manos.

Como alguien profundamente sensible, siento ese dolor. Lo llevo en el corazón.Por eso escribo estas palabras, con el deseo de recordarte que no estás sola, no estás solo. Estamos aquí. Y aunque no tengamos todas las respuestas, sí tenemos herramientas que pueden ayudarnos a respirar y regresar al momento presente, con compasión y sin juicio.

🪷¿Qué es la atención plena?

La atención plena —o mindfulness— es estar presente con lo que está pasando, sin correr, sin escapar.
Es traer conciencia a lo que sentimos, lo que pensamos, lo que hacemos.

No necesitas sentarte en silencio por una hora. Puedes practicar mindfulness en cosas tan sencillas como:

  • Comer lentamente, saboreando, agradeciendo cada bocado.

  • Lavar los platos o barrer el piso sintiendo el agua, el movimiento de tus manos, el aroma que flota.

  • Respirar profundamente por unos segundos y notar cómo entra y sale el aire de tu cuerpo.

Cada momento puede ser un regreso a ti.

🚶🏽‍♀️ Meditación caminando: pasos de paz

Thich Nhat Hanh, maestro de la atención plena, nos enseñó que caminar también puede ser una forma de meditación.  Sé lo que es sentirse desconectada. Por eso estas prácticas han sido esenciales para mí.

Caminar con atención plena es caminar lentamente, con suavidad, sintiendo cada paso.
Puedes hacerlo en tu casa, en el patio, en tu calle. No importa el lugar: importa cómo caminas.

«Caminamos suavemente, en una forma relajada, manteniendo una sonrisa en nuestros labios.
Cuando practicamos de esta manera, nos sentimos profundamente livianos, y nuestros pasos son los de la persona más segura en la Tierra.
Todos nuestros sufrimientos y ansiedades se desvanecen, y la paz y la alegría llenan nuestros corazones.»
Thich Nhat Hanh, Paz en Cada Paso

Fragmento citado con respeto del libro “Paz en Cada Paso”. Recomiendo su lectura completa para una práctica más profunda.

Solo toma un poquito de tiempo, un poquito de intención… y el deseo sincero de estar en paz.

🌬️ La respiración: tu ancla en la tormenta

Cuando la ansiedad llega, muchas veces se siente como si perdiéramos el control de todo.
Pero hay algo que siempre está contigo: tu respiración.

Una técnica sencilla que puedes practicar en cualquier momento es esta:

  1. Siéntate o quédate de pie, como te sientas más cómoda/o.

  2. Coloca una mano en tu abdomen, suavemente.

  3. Inhala por la nariz contando hasta 4. Siente cómo el aire entra, llena tu pecho y baja hasta tu abdomen.

  4. Mientras respiras hacia adentro, repite en silencio: “adentro… uno.”

  5. Exhala lentamente por la boca contando hasta 6, y siente cómo tu abdomen baja suavemente.

  6. Mientras exhalas, repite en silencio: “afuera… uno.”

Haz esto tres veces. No necesitas más para empezar a sentir una pequeña calma.

Es como si con cada respiración le dijeras a tu cuerpo: “Estoy a salvo. Estoy aquí.”

💞 Estamos aquí

Más que una técnica, la atención plena es una forma sencilla de volver a ti, poco a poco.                                                                                                                                                                                                                                       Es una forma de recordarnos que seguimos vivos, que sentimos, y que podemos volver a lo esencial: al amor, al cuidado, a la unidad.

Desde mi corazón al tuyo, te abrazo.
Camina lento. Respira hondo. Y recuerda: no estás sola. No estás solo.

Angélica

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